No nací para usar traje, ni para manejar en auto grande, ni para tener casa chica, ni para guardar mis ahorros en el banco, ni siquiera para estar en paz conmigo mismo. Soy un neurótico en una convención de budistas. Soy el solitario que ve películas en silencio, el que hace el amor besándote todo el cuerpo, el que toca la guitarra hasta las tres de la mañana, el que escribe historias imperfectas, el que reniega del amor como un todo, el que duerme con la tristeza acurrucada, el que te dice al oído las cosas más perversas, el que morirá a solas sin una plegaria, el que que sueña con los ojos mirando al techo, el que le mira las piernas a las chicas guapas, el que camina sin cuidarse las espaldas, el que viaja en Metro y detesta las ensaladas, el que come atún con galletas, el que bebe hasta que sus musas bailan desnudas en la madrugada. Soy alcohólico y no me preocupa remediarlo. Soy el más cínico, el menos tierno, el que te seduce con la mirada. Soy el pendejo que colecciona canciones y poemas que siempre te arrancan alguna lágrima.
Roberto G. Castañeda.
Manual para Canallas
Yo tampoco nací para usar traje. Y sí... soy igual de pendejo.
Finito.
3 comentarios:
anotenme con otro, tampoco naci para el traje, y carros granddes, mejor medianos,
y pues creo que tambien estoy haci de pendejo.
como dijeras tu
finito
Los trajes nos ponen muy formales, mejor esta andar de informales. Chauuuuuuuuu
traje, creo que me he puesto uno 2 veces en mi vida, y al menos en una de ellas estaba equivocado usandolo
Es lo unico que admiro de los ejecutivios de la apple, les vale madere vestir como se les antoja
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