Ya completé la actualización a Ubuntu 6.10 Edgy Eft en mis dos máquinas, la PC de escritorio de la ofi y mi laptop.
En la PC de escritorio, fue donde realmente fueron los intentos iniciales de actualización y como tal, es un verdadero desmadre. Arranca con una pantalla splash bien cucha, tengo que regresarme a una versión anterior del kernel, sigue sin funcionar ACPI, pero fuera de eso funciona exactamente igual que antes.
No me gustó el proceso, creo que pudo ser más limpio.
En cambio, en la laptop, fue borrón y cuenta nueva. Respaldo mis archivos y ¡órales! a formatear e instalar todo. Rápido y fácil.
Algo que encontré, y que si bien existía desde la versión anterior, es la opción Añadir y Quitar del menú Aplicaciones. Es un símil del instalador que se encuentra en el Panel de Control de Windows, la diferencia es que nos despliega un de aplicaciones disponibles para instalarse y se puede especificar desde cuál repositorio se obtiene la lista de programas.
La selección de repositorio es importante ya que están clasificados por el tipo de licencia que manejan y el tipo de mantenimiento o soporte que reciben. Esto es, hay repositorios que únicamente alojan software libre y otros que alojan software bajo copyright. Existen repositorios con paquetes que reciben mantenimiento directamente del equipo de Ubuntu o Canonical y otros donde la comunidad Open Source se encarga de su mantenimiento.
En estas diferencias es donde hay que fijarse para conseguir los paquetes que se requieren. Por ejemplo, para reproducir archivos .mp3, los paquetes los consigues en el repositorio que maneja copyright y que es mantenido por la comunidad.
En fin, la actualización, puede ser buena. La reinstalación definitivamente es buena. La opción de Añadir y Quitar es excelente.
Finito.
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