Una de las razones de ser de todas las personas es la identidad ¿quién soy? ¿cómo me reconocen los demás? ¿cómo reconozco a los demás?. La mínima manera de identificarnos es por un nombre y apellido, pero al integrarnos a una sociedad, nos llenamos de identificadores que permiten a los demás reconocernos.
En estos tiempos de internet, e-commerce, e-gov, e-celebrities y demás, la identificación (¿quién soy?/¿quién eres?) se vuelve cada vez más indispensable. Antes teníamos la seguridad que un simple usuario y contraseña era todo lo necesario para hacernos reconocer. Sin embargo, hay quienes se han encargado de echar a perder esa simplicidad. Ahora se buscan nuevos mecanismos para establecer nuevas relaciones de confianza entre los usuarios y los proveedores de servicios.
Pero, ¿acaso no suena todo esto a gran censo para el Gran Hermano? El hecho de que se me asigne una etiqueta para identiricarme, poder comprar en línea, leer mi correo, revisar mis cuentas bancarias, visitar mis sitios favoritos ¿no es invadir mi privacidad?. Resulta entonces que hay alguien que puede ver los sitios que visito, las cosas que compro, las cosas que leo y las que escribo. Estoy de acuerdo en mantener mi seguridad pero también demando mantener mi privacidad.
Entre tanto, la seguridad se lleva la delantera.
En su programa semanal Scott Hanselman hace una entrega bastante interesante acerca de la Identidad tratando especificamente el tema de InfoCard. En un post anterior, también hace referencia al tema e incluye varios de los links que menciona en su podcast.
Si bien, todavía nadie me asegura mi privacidad, el menos se ve que la seguridad va en buen camino.
Finito.
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